Un medicamento
utilizado para deshacerse de las lombrices puede haberse convertido en una
nueva arma contra la malaria. La Invermectina, un medicamento destinado al
tratamiento de las infecciones causadas por los nematodos tiene un efecto
secundario.
Se conoce desde la década de 1980 que es
capaz de matar a los artrópodos que muerdan a alguna persona tratada con ese
medicamento. Esto ha hecho que algunos investigadores se planteen utilizarlo
contra los mosquitos que transmiten la malaria. Los mosquitos pueden
envenenarse cuando pican a la gente que ha tomado el medicamento. Por otra
parte, incluso si un mosquito no sucumbe, la Ivermectina asimilada de esta
manera suele ser suficiente para matar cualquier parásito palúdico que lleve ya
que la Ivermectina se implementa habitualmente en masa para tratar la
filiariasis linfática.