lunes, 13 de julio de 2015

Perros que detectan el cáncer. ¿Hay una explicación científica para esto?



Diagnosticar esta enfermedad es algo impredecible. Los chequeos sólo funcionan con algunos tipos de cáncer y las técnicas de diagnóstico son de poca confianza o invasivas, por lo que se necesitan urgentemente nuevos métodos de detección.

Y es aquí donde aparece el mejor amigo del hombre. Las últimas investigaciones demuestran que los perros pueden captar el olor que desprende el cáncer en sus primeras etapas. Esto es debido a los pequeños cambios químicos que se producen dentro de las células enfermas.

Los olores distintivos de las enfermedades vienen de químicos conocidos como componentes orgánicos volátiles (VOCs), cientos de los cuales son eliminados del cuerpo a través del sudor, la orina y otros fluidos corporales. Este olor, que actuaría como una “huella digital”, varía dependiendo de la edad, la dieta seguida o el género. Y también de la salud.

La idea de que los perros podrían ayudar a los médicos para diagnosticar el cáncer surgió en 1989. Dos dermatólogos comenzaron a investigar a raíz de un caso de melanoma maligno que había sido considerado como un simple lunar pero que, tras la insistencia de su perro, una segunda opinión médica concluyó que se trataba de este cáncer.

Otro caso similar ocurriría en el año 2001 y a partir de ahí se empezó a desarrollar la investigación. Tras siete meses de trabajo, se descubrió que los perros podían detectar cerca del 41% de casos positivos de cáncer. Actualmente existen mejores métodos de entrenamiento y los resultados mucho más certeros.

Algunos tipos de cáncer, como el cervical, pueden detectarse prontamente mediante un chequeo. Otros, como el de próstata, es notoriamente difícil de detectar debido a que uno de los biomarcadores de la enfermedad es la presencia de antígenos específicos en la sangre. Dos tercios de los hombres con un nivel de antígenos elevado no sufre cáncer de próstata y, sin embargo, el 20% de los que tienen un nivel normal de antígenos sí que lo padece. Por tanto, la única forma de saberlo a ciencia cierta es mediante la realización de una biopsia invasiva.

Por ello, dos investigadores del Centro de Investigación Clínica de Milán entrenaron durante cinco meses a dos pastores alemanes del Ministerio de Defensa Italiano para detectar el olor del cáncer de próstata y sentarse delante de los enfermos.

El resultado fue del 98% de efectividad en un total de 900 pruebas. En total, los perros tuvieron 16 falsos positivos y 4 falsos negativos, un resultado mucho mejor que el que hubieran dado los tests antiguos.

Actualmente, se están entrenando perros para diagnosticar otros tipos de cáncer como el de vejiga, el de mama, el de pulmón o el de piel. Otros investigadores quieren utilizarlos para desenmascarar algunos de los más esquivos mucho antes de lo que ahora es posible.

 Investigadores de la Universidad de Pennsylvania están entrenando a perros para que huelan el cáncer de ovarios en muestras de plasma. Debido a su reducido número de síntomas y las estadísticas, muestran que solo un 25% de las mujeres sobrevive a él, por lo que es conocido como el “asesino silencioso”.

Otros van más allá intentando averiguar qué es lo que realmente captan los hocicos de los perros para así desarrollar “hocicos electrónicos” para utilizar menos recursos pero, actualmente, el proyecto está en  sus inicios.

Aun con todo, los perros nos son los únicos animales capaces de captar enfermedades. En la capital de Mozambique, Maputo, las ratas gigantes africanas son usadas para detectar la enfermedad de la tuberculosis, que mató a casi 500.000 personas en el continente en el 2012.

Las moscas de la fruta se han unido recientemente a este grupo de selectos animales, pues ellas también pueden detectar el olor que producen las células cancerígenas.

Desde luego el reino animal nunca dejará de sorprendernos.


Este artículo ha sido traducido y adaptado por Exopol
El original lo tienes aquí



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