
Como el cáncer
o las enfermedades del corazón, el Alzheimer forma parte de esas enfermedades
de los ricos, pues es un signo de la vejez. Un estudio desarrollado en España
en 2008 sugirió que el riesgo de desarrollar
esta enfermedad se dobla por cada 5 años al haber superado los 65. Un mundo más rico supone un mundo con mayor
esperanza de vida, lo que supone también que será un mundo que sufra cada vez
más la demencia. Se piensa que al menos 40 millones de personas ya la están
sufriendo. La cifra real parece ser mayor, pues muchos de ellos se encuentran
todavía en las primeras fases de la demencia y no se les ha sido todavía
diagnosticada.