jueves, 30 de julio de 2015

El vigor híbrido también funciona en humanos



Las mezclas son buenas. La gente cuyos padres no están muy relacionados, generalmente, es más alta, más inteligente y mejor educada que aquella cuyos padres son familiares cercanos.

Basándonos en lo que sabemos acerca de plantas y animales, los biólogos llevan tiempo sospechando que la gente con un linaje variado trae una ventaja genética. Ahora, un exhaustivo estudio puede confirmar esa intuición.

“Esto implica que la gente cuyos ancestros no están relacionados sería más alta y tendría mejor capacidad cognitiva”, dice Jim Wilson, miembro del equipo de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.

Es sabido que los niños tienen más probabilidad de sufrir una enfermedad genética si sus padres son familiares cercanos, pues ellos probablemente hayan heredado las mismas variantes genéticas dañinas de su madre y de su padre.

Para probar las amplias consecuencias, Wilson y sus compañeros han analizado el genoma y los datos del ciclo biológico de la vida de 110 estudios de genoma que abarcan a 350000 personas de África, Asia, Europa y Norteamérica.

Se quedaron sorprendidos al no encontrar una relación entre que los padres fueran parientes cercanos y la mayoría de los rasgos que vieron, como los niveles de colesterol, la presión sanguínea o los índices de diabetes.

Pero para la altura, la actividad pulmonar, la capacidad cognitiva y los éxitos académicos sí que aparecía una fuerte asociación. Por ejemplo, generalmente los hijos de primos hermanos eran 1’2 centímetros más bajos y aprendían a una velocidad menor.

Los investigadores han descartado factores de confusión hasta haber encontrado efectos similares en todos los grupos observados. Otros factores, sin embargo, irían aparte dice Wilson: “Por supuesto, el conocimiento depende en gran parte de factores medioambientales”

Quizás el matrimonio de primos hermanos más famoso sea el de Darwin, quien luego empezaría a preocuparse por la salud de sus hijos. Pero sus temores podrían estar infundados. “La endogamia no afecta a factores cardio-metabólicos, causa de la mayoría de las muertes”, dice Wilson.

Ciertamente, 7 de sus 10 hijos sobrevivieron a la niñez y alcanzaron una media de edad de 77 años. Muchos de ellos fueron también distinguidos académicos en sus campos, con tres destacados miembros de la Royal Society y un cuarto llegaría a presidente de la Royal Geographic Society. “Pero ellos podrían haber sido incluso mejores en caso de no haber sido fruto de la endogamia”, supone Wilson. Y un poquito más altos, también.

Este artículo apareció en la revista New Scientists
Ha sido traducido y adaptado por EXOPOL


martes, 28 de julio de 2015

El olor del peligro




Los elefantes tampoco se libraron de la dureza de la larga guerra civil de Angola. Los rebeldes dispararon continuamente a estos animales en busca de comida y marfil, material con el que comerciarían para conseguir armas. Esto hizo que cuando la guerra terminó en el año 2002, quedasen muy pocos ejemplares. Pero desde entonces otros han emigrado desde países como Botswana, donde hay tantos individuos que escasamente tienen espacio.

Cuando primero corrieron hacia Angola, los elefantes se encontraron con una amenaza poco familiar: los millones de minas terrestres que habían quedado abandonadas después del conflicto que había durado décadas. José Agostinho, que trabaja para la plataforma HALO Trust, una organización benéfica centrada en la extracción de minas, recuerda su experiencia nada más llegar de la ciudad del sudeste Mavinga en el año 2004 para ayudar a extraer estos artefactos en un área no mucho mayor que 15 campos de fútbol. En ese terreno, vio los cuerpos de tres elefantes muertos a causa de las minas terrestres.

Desde entonces, sin saber cómo, parece que los elefantes de Angola han aprendido a rastrear y eludir las minas, dice Agostinho. El número de ejemplares muertos era mucho mayor en los primeros años tras finalizar el conflicto, y ese número se ha reducido considerablemente, dice Roland Goetz, consejero de la vida salvaje del gobierno de Angola.

La tasa de muertes por minas terrestres ha ido cayendo a medida que la población de elefantes se ha incrementado en la región angoleña con mayor número de artefactos, Kuando Kubango, localizada en el sudeste del país. Para encontrar los dispositivos que quedaron de la guerra, los elefantes son equipados con collares que cuentan con un GPS mediante el cual pueden seguirles mientras caminan exitosa y repetidamente por las áreas infestadas de Angola.

Intrigados, la Oficina de Investigación de la Armada Estadounidense ha estado probando la habilidad de un grupo de elefantes domesticados en Sudáfrica para encontrar pistas de TNT, un explosivo, entre rastros de olor de lejía, petróleo, jabón y té. Los elefantes han pasado la prueba, dice Jessica Brown, encargada de seguir la investigación. El resultado del experimento será publicado este año.

Un elefante que ha sobrevivido o ha visto la explosión de una mina terrestre puede alertar a una manada entera del peligro con un gesto o un sonido sordo dice Joyce Poole de ElephantVoices, una ONG Americana-Noruega.


Como guardabosques en el Parque Nacional Etosha de Namibia durante los años 80,  Mark Paxton encontró de vez en cuando elefantes cuya trompa se encontraba parcialmente dañada por haberse acercado a oler una mina. Ahora, los elefantes se comportan de una forma mucho más cautelosa, dice Paxton, actual propietario del Shamvura Camp, una zona de alojamiento cercana a los antiguos campos. Tristemente, gran parte del nuevo conocimiento de estos animales puede dejar de ser útil ante el aumento repentino de la caza furtiva de elefantes, un peligro que no puede olfatearse y evitarse tan fácilmente.

Este artículo apareció en la revista New Scientists
Ha sido traducido y adaptado por EXOPOL

miércoles, 22 de julio de 2015

Mi gato me controla


¿Te imaginas que un parásito capaz de alterar tu neuroquímica y manipular tu comportamiento habite en tu cerebro? Pues bien, existe uno que puede incluso causar psicosis y más de 4 billones de personas están infectadas sin saberlo.

Seguro que has oído hablar de él. El microbio en cuestión es el Toxoplasma gondii, un protozoo unicelular que afecta a un gran número de pájaros y mamíferos pero que se reproduce solamente en un tipo de ellos: los gatos.

lunes, 13 de julio de 2015

Perros que detectan el cáncer. ¿Hay una explicación científica para esto?



Diagnosticar esta enfermedad es algo impredecible. Los chequeos sólo funcionan con algunos tipos de cáncer y las técnicas de diagnóstico son de poca confianza o invasivas, por lo que se necesitan urgentemente nuevos métodos de detección.

Y es aquí donde aparece el mejor amigo del hombre. Las últimas investigaciones demuestran que los perros pueden captar el olor que desprende el cáncer en sus primeras etapas. Esto es debido a los pequeños cambios químicos que se producen dentro de las células enfermas.

martes, 7 de julio de 2015

¿PUEDE UN CEREBRO INFLAMADO SER EL CAUSANTE OCULTO DE UNA DEPRESIÓN?



Tras más de 15 años de fuerte depresión, en 2010 Mike aceptó una oferta de su doctor: someterse a un nuevo tratamiento basado en un medicamento reservado para tratar la enfermedad de Crohn, afección que se presenta cuando el sistema inmunitario ataca a su propio intestino causando inflamación.

Este ensayo forma parte del creciente número de estudios centrados en la idea de que la respuesta inflamatoria de nuestro sistema inmunológico, que normalmente nos ayuda, puede crear confusión en nuestro cerebro, estando implicada en diversos trastornos que van desde la esquizofrenia hasta el Alzheimer.

“Está aumentando la conciencia de que la inflamación neuronal juega un papel en diversos trastornos psiquiátricos y neurodegenerativos” dice Claudia Buss, miembro del hospital universitario del Charite, de la Universidad de Berlín, Alemania
Todo esto tiene una explicación centrada en la evolución humana, pues nuestros ancestros, cuando se encontraban mal, simplemente descansaban hasta recuperarse. Pero esto no vale en la sociedad moderna, pues enfermedades como la diabetes o la obesidad están constantemente elevando los niveles de inflamación.

“El cerebro sigue operando con el antiguo manual de instrucciones” dice Charles Raison, de la Universidad de Arizona, “Recibe las señales y las percibe inmediatamente como una amenaza para su supervivencia. Así que si las señales siguen llegando, el cerebro sigue manteniendo esa sensación de empeoramiento”.
La relación entre depresión e inflamación no es nueva. Se sabe que acerca de un tercio de la gente que tiene depresión tiene también un alto nivel de moléculas inflamatorias en la sangre. La mayoría de esa gente no responde a los medicamentos convencionales contra la depresión.

Esta relación es la que se analiza en el ensayo al que se presentó Mike, desarrollado por Charles Raison. El medicamento utilizado es el infliximab, un poderoso anti-inflamatorio ya utilizado para tratar la enfermedad de Crohn. Los pacientes recibieron tres inyecciones intravenosas que podían ser tanto de este medicamento como de placebo.

Al principio no hubo diferencia entre ambos tratamientos, pero cuando se inyectó el medicamento a los participantes con altos niveles de inflamación se empezaron a notar los buenos efectos. Pero, por la otra parte, los pacientes con niveles de inflamación bajos empeoraron.

Siguiendo nuestra propia evolución como seres humanos, vemos que, entre otras cosas, han cambiado los factores causantes del estrés, pero la respuesta que nuestro cerebro crea ante ellos no, por lo que sigue apareciendo esta inflamación. Pero si todo el mundo está expuesto a estos factores de estrés todos los días, ¿por qué solo causan depresión en una parte de nosotros?

Al igual que la diabetes puede provocar niveles máximos de inflamación, existen otras causas como la predisposición de los genes o la existencia de un suceso traumático durante la niñez. Otra vez, la historia de Mike encaja en el perfil, pues sufrió acoso de pequeño.

Muchos estudios han reforzado la relación entre estilos de vida poco saludables y problemas inflamatorios crónicos tales como la obesidad y la depresión.

La respuesta inflamatoria juega también un papel en la muerte de células asociadas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, pues las células inmunes del cerebro pueden acabar con las neuronas. Para evitarlo, también se está aplicando este tratamiento para tratar el Alzheimer utilizando un medicamento destinado normalmente para la artritis reumática.

Pero esta solución ofrece también algunas complicaciones: ¿existe el riesgo de que un tratamiento prolongado que se basa en poderosos anti-inflamatorios pueda anular el sistema inmune?

Las pruebas concluyen que el medicamento es seguro y, además, hay indicios de que este tratamiento pueda ayudar también a otros síntomas como la pérdida de memoria. En los meses siguientes el doctor Holmes va a realizar un estudio que mida directamente el efecto de este tratamiento en la inflamación del cerebro.

Si nos basamos en los estudios que está realizando el doctor Holmes, ¿podría pasarle esto mismo a los animales? Lo cierto es que si se encuentra una solución a la depresión, tanto la vida de los humanos como la de los animales podría mejorar de manera exponencial.

Este artículo fue publicado en la revista New Scientist.
Ha sido adaptado y traducido por Exopol.